Gina Potes

 
Gina Potes fue víctima de quemaduras con ácido sulfúrico hace 16 años. Hoy, cuando acaba de cumplir 36, ha recibido una de las mejores noticias: su fundación Rostros sin ácido, está legalmente registrada y constituida, es una organización a través de la cual se buscará brindar apoyo integral a otras víctimas; asesoría jurídica y acompañamiento en salud sicológica y física.
La Casa de la Mujer habló con ella.
CM. ¿Qué qué te pasó en el rostro?
GP. El 28 de octubre de 1996 golpearon a mi puerta y dos sujetos, que solo dijeron “quién la manda a ser tan bonita”, me lanzaron ácido sulfúrico que me causó quemaduras de tercer y cuarto grado; quemaduras que deformaron mi rostro, una cara que a duras penas se ha ido recuperando luego de 25 cirugías y múltiples tratamientos  a lo largo de estos 16 años, y lo peor es que me ha tocado afrontarlo sola porque no he tenido  apoyo del Estado. Yo estaba estudiando, tenía muchas expectativas, una vida llena de sueños y metas por cumplir, gran parte de eso lo perdí ese día. 
CM. ¿Cuándo decidiste crear la fundación Rostros sin ácido?
GP. Pues mira, la verdad la iniciativa surgió hace como cinco años cansada de no encontrar respuestas, soluciones, compromisos por parte del Estado, luego fui conociendo más víctimas y todas ellas, sin saberlo, me llenaron de más motivos para materializar la idea. Hoy es una realidad, tenemos la fundación, aunque como todo proyecto, con algunos obstáculos.
CM. ¿A qué te refieres cuando hablas de obstáculos?
GP. Me refiero a que tenemos el papel, las ganas, la voluntad y una metodología a través de la cual pretendemos brindar apoyo integral a las víctimas, y con el acompañamiento de la Casa sé que podremos encontrar y consolidar un equipo profesional idóneo, pero nos hace falta una sede, un lugar para poder atender a las víctimas con comodidad y seguridad. Estamos buscando el sitio pero los costos son muy altos y la fundación ni siquiera ha pensado en cobrar por los servicios, necesitamos apoyo de entidades, empresas y personas particulares que se solidaricen con esta causa.
 
CM. ¿Nos hablaste de otras víctimas que te motivaron, conoces a muchas mujeres que hayan pasado por lo mismo?
GP. Un total de 20 mujeres, de esos casos solo hay 3 victimarios judicializados con condenas irrisorias, acá la  impunidad reina y el Estado es cómplice de estos seres sin escrúpulos  que piensan que las mujeres somos objetos o trofeos. El Estado ha sido inoperante e insensible frente a estos casos tan aberrantes de violencia hacia las mujeres por el hecho de serlo. Sé que hay más víctimas que por temor a sus victimarios y al rechazo social, prefieren callar, sufrir solas y esconderse en la oscuridad de sus miedos, por ello pensé en  fundación.
CM. ¿Justamente salió un artículo que habla acerca de una pena de entre 6 y 12 años para agresores de quemaduras con ácido, consideras suficiente esta condena o crees que la pena debería ser más alta?
GP. La verdad pienso que es una burla a las víctimas dado que nosotras sí tenemos que vivir con esto a cuestas por el resto de nuestras vidas, unas vidas que se truncaron y en las cuales las oportunidades de surgir se vuelven casi remotas. A nosotras no solo  nos toca enfrentar esta tragedia sino también la re victimización y el abandono a que nos somete la sociedad y el Estado colombiano.
CM. ¿Sabes quién te hizo esto?
GP. No. No quiero saberlo y menos ahora que he venido siendo víctima de amenazas en contra de mi integridad física, de hecho por esa situación contacté a la Casa de la Mujer porque a raíz de mi trabajo con otras víctimas y mi visibilidad frente al tema, se han incrementado las amenazas, he buscado otras alternativas de acompañamiento pero las respuestas y las conclusiones siempre han sido las mismas “en este país si eres víctima de quemaduras con ácido, estás sola” , que triste pero es la verdad.
CM. No quieres saber de tus victimarios pero ¿Qué les dirías a través de esta entrevista?
GP. Que difícil contestarte esta pregunta, solo sé que en mí, hoy ya no habita el rencor. Por el contrario, me siento invadida de unas ganas enormes por luchar, por salir adelante como mujer y como colombiana en pro de esta sociedad. No les digo nada pero espero que algún día salden las cuentas con Dios y con ellos mismos, responsabilizándose por sus actos.
CM. ¿Y al Estado?
GP. Al Estado le exijo justicia y reparación para todas las mujeres víctimas en este país, que ojalá se cumplan las palabras del presidente, Santos, “que las acciones trasciendan más allá del papel y que si se da la paz sea con y para las mujeres, para la transformación de esta sociedad y de este país que tanto lo necesita”. Nosotras exigimos que se ponga en práctica tantas palabras bonitas, tantos compromisos verbales, que el Estado realmente sea garante de nuestros derechos, que las mujeres podamos salir libremente a las calles, que disfrutemos de una vida plena, justa y equitativa. El país jamás encontrará la paz si los derechos humanos de las mujeres siguen siendo olvidados, ignorados y subvalorados por el Estado.
CM. Retomando el tema de la fundación, a dónde pueden dirigirse quienes deseen obtener información al respecto?
GP. Pueden contactarme a mi correo gpotes2502@hotmail.com o al teléfono 3115950870. La fundación Rostros sin ácido ya tiene las puertas abiertas para todas las víctimas de quemaduras con ácido: mujeres, hombres, niñas, niños. Todas las personas que como yo no tienen apoyo del gobierno, parece que el ácido no solo nos quemó el cuerpo sino que nos hizo invisibles ante el Estado colombiano.


2 comentarios:

  1. y donde esta la bogota mas humana actuando frente a este tema........

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  2. GINA POTES, SIENTO MUCHA ADMIRACIÓN POR TI Y POR TU CAUSA

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